La falta de compromiso y motivación es la punta del iceberg de un problema que tiene muchas causas y que afecta la productividad de las organizaciones y perjudica la salud y el bienestar de las personas que las integramos. A menudo, intentamos abordar este desafío con soluciones rápidas y superficiales. Estas medidas, si bien pueden aliviar temporalmente los síntomas, no actúan sobre las raíces del problema y, por lo tanto, no son efectivas para crear entornos laborales saludables.
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